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18 de Diciembre, 2023 |
#TrenMaya #Costo
(El Economista) El pasado viernes 15 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró el equivalente a un tercio (473 kilómetros) del total de kilómetros (1,846 kilómetros) que recorrerá el Tren Maya, la obra emblemática del sexenio.
El Jefe del Ejecutivo inauguró, otra vez, una megaobra de infraestructura, inconclusa y con un elevado sobrecosto.Además de los graves daños ambientales que provocó durante su construcción.
Durante el primer recorrido del tren, el presidente López Obrador, en entrevista con reporteros, hizo una aseveración que llamó la atención.
Se refirió al costo del Tren Maya, con cifras muy diferentes a las que se pueden observar en la evolución de la proyección y el ejercicio del presupuesto, para esa obra.
El Presidente de México mencionó una cantidad muy menor a la que realizó un par de meses antes el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
Cuestionado por los reporteros dijo: “No tengo el dato pero este tramo (costó) como 60,000 millones; deben de ser (el costo total) como 200 mil ó 300 mil millones, no tengo el dato exacto”.
Hay que recordar que Ramírez de la O. –en una entrevista con el periodista Joaquín López-Dóriga– informó que el Tren Maya costará 500 mil millones de pesos.
Fue el 11 de septiembre cuando el responsable de las finanzas públicas del gobierno federal hizo público el costo del Tren Maya.
Llamó la atención que el viernes pasado, el Jefe del Ejecutivo no solo dijera que no tenía el dato exacto, sino que, en un cálculo de momento, dijera que rondaría entre los 200 mil y 300 mil millones de pesos.
El 8 de septiembre, de este mismo año, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), calculó que de aprobarse (como finalmente ocurrió) el presupuesto proyectado del Tren Maya para el 2024, con 120 mil millones de pesos, su costo total podría superar el medio billón de pesos.
El costo del Tren Maya, estará sobre los 515 mil 762 millones de pesos al cierre de 2024; unas 3.3 veces lo presupuestado en un inicio, según un análisis del IMCO.
De acuerdo con datos de la Cuenta Pública de los años 2020, 2021 y 2022 y de los informes trimestrales de Hacienda al Congreso, el presupuesto para el Tren Maya fue así: 9,514 millones de pesos para el 2021; 43,071 para el año 2021; para el 2022, se aprobaron 69 mil 261 millones de pesos y se ejercieron 195,469 millones de pesos; para el 2023, se aprobaron 149 mil 459 millones de pesos y se ejercieron 149,643 millones de pesos; y para el 2024 se aprobaron 120 mil millones de pesos.
El fin de semana, la precandidata presidencial por el PAN, PRI y PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, criticó que el Presidente de la República no tenga claro el costo exacto de la construcción del Tren Maya.
Refirió que el gobierno federal prometió que costaría 120 mil millones de pesos y esa fue una mentira carísima, ya que costó cuatro veces más de lo presupuestado originalmente.
“La improvisación, el capricho y los datos falsos no pueden ser la base para diseñar los proyectos de infraestructura", dijo en un video difundido en sus redes sociales.
El Tren Maya es un proyecto de infraestructura muy ambicioso, cuya rentabilidad está en duda.
Jesús Carrillo, director de Economía Sostenible del IMCO, afirmó –en una entrevista en Fórmula Financiera) que el Tren Maya no va a ser rentable porque ya triplicó los costos de su presupuesto inicial de 156 mil millones de pesos.
Afirma que un estudio del propio gobierno señala que si su costo pasaba de 450 mil millones, el proyecto no iba a ser rentable.
Hasta ahora, se han gastado más de 515 mil millones de pesos.
En consecuencia, el costo del Tren Maya si puede ser un elemento que rompa la rentabilidad del proyecto.
El año que entra va a representar un 11% de la inversión pública y junto con todo el dinero que se le ha metido al petróleo, resulta en una preocupación porque compromete a la inversión pública.
Hasta ahí los dichos presidenciales, el dato oficial de Hacienda y los cálculos no gubernamentales del IMCO.
Lo que se puede observar es que el Presidente de la República decidió realizar varias megaobras de infraestructura con el propósito de marcar la diferencia de su modelo económico respecto de los sexenios previos.
Está siendo una apuesta muy riesgosa para la salud de las finanzas públicas, en la medida en que hasta ahora, ninguna de las obras inauguradas, tiene visos de que sean rentables.
De lo que no hay duda, es que sí están teniendo una rentabilidad política al ofrecerlas a las audiencias, en particular, para con quienes representan el núcleo duro de votantes y simpatizantes, como obras magnas.
El costo de éstas obras, será un cargo muy difícil de administrar, para los siguientes gobiernos y generaciones de mexicanos. Al tiempo.
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